"Between joke and joke... the truth is shown"

psychoanalysis, culture, art and technology

Saturday, December 19, 2009

Lo singular y lo estadístico

por

Camilo Ramírez Garza

“La democracia es un abuso de la estadística”

Jorge Luis Borges

Lo colectivo, político y administrativo repercute en vidas singulares. Ya lo decía Freud, la psicología social es también psicología individual.

La estadística opera en bloques (ciudadanos, votantes, contribuyentes) no le importa la singularidad, aunque declare que si, su obrar lo evidencia a cada instante. Para muestras basta un botón: personas que asistían a tratamiento psicológico en un centro llamado COREDI (Centro de Orientación, Rehabilitación y Desarrollo Integral) del municipio de Guadalupe N.L. está próximo a desaparecer, ante la implementación de un nuevo centro de atención para adicciones: Centro de Integración Juvenil. Conozco el caso, precisamente porque superviso a más de 20 estudiantes del área clínica de la Facultad de Psicología de la UANL, quienes realizan prácticas profesionales (coordinando grupos, impartiendo charlas, atendiendo psicológicamente de manera individual y grupal a quien lo solicite)

Actualmente el centro está atendiendo alrededor de 194 personas (niños, jóvenes, adultos) más personas en lista de espera. El nuevo programa lo propone la administración de la Lic. Ivonne Álvarez, alcaldesa de Guadalupe. Más allá de discutir la pertinencia y efectividad del modelo de atención a las adicciones del CIJ, análisis que dejaremos para próximos artículos, sobre todo cuando las adicciones son el foco actual, pero lamentablemente solo se les piensa y trata como “enfermedades” y “trastornos” que afectan psíquica, social o biológicamente a las personas; que la cura depende de “cambiar cogniciones” (pensamientos) en la gente o en desintoxicarla, dejando fuera la experiencia singular que cada quien establece con su substancia: cómo es la pasión por dicha sustancia, qué es lo que obtiene de ella, cuál es su sentido singular, tópicos que se descartan para, “higiénicamente” en la línea del biopoder, hacer demagogia, negocio, negando su reverso enfermedad=recursos económicos y médicos (Limpiemos México, Antidoping escolar, caso Zhenli Ye Gon, recientes escándalos en centro de atención a adicciones, altas sumas de dinero para programas de adicciones, etc.) Me interesa abordar en este breve artículo las condiciones en las que se da dicho relevo, en donde por lo político-administrativo se aplasta lo singular, dejando a las personas sin mucha posibilidades de decisión, pues ya se decidió a otros niveles. Se enuncia a los psicólogos que se implementará un nuevo programa, por lo que deberán remitir a sus pacientes a otras instituciones, si acaso verlos todavía todo enero de 2010 y concluir, o en caso de reunir los criterios del nuevo centro, tener una adicción a una droga, permanecer. Hay que señalar que los que ya asisten lo hacen por problemas que van desde cuestiones que tocan al quehacer de las escuelas, problemas de conducta, problemas familiares, etc. siendo los de menor incidencia los de adicciones. Sin embargo, el discurso político – ¡Siempre aparentemente maravilloso, eficaz, pero muy ingenuo y cambiante cada período!- dice responder, científica y estadísticamente, a necesidades de la comunidad.

Lo paradójico es que dichos psicólogos/as que han trabajado más tiempo que ellos en dicho centro, se dan cuenta que no lo es. Con lo cual, la cuestión nodal es ¿Para qué implementar un programa que en dicha comunidad no se requiere? ¿Para hacerse de un inmueble, de recursos federales, estatales en la supuesta atención a las adicciones, demagogia política? ¿Por qué interrumpir las sesiones, individuales y grupales, de pacientes que están asistiendo, teniendo un vínculo con sus psicólogos, resolviendo sus conflictos? ¿Solo por cambio de administración, políticas publicas, nuevos programas? ¿Desaparecerán los humanos, sujetos hablantes, para dar lugar a los simples organismos “enfermos” a quienes se les tratará estadística y medicamente?

camilormz@gmail.com

http://camiloramirez.jimdo.com

Saturday, December 12, 2009

Crónica de un choque un sábado 12 de diciembre 2009, por la mañana.

por

Camilo Ramírez Garza

"Voy despacio que llevo prisa"

Amable y apurado automovilista se vuela rojo, me choca, ¡Quesque por llevar prisa! Llevaba a su esposa al trabajo, junto a sus dos niñas, una grande y una de brazos. "Ya íbamos tarde" -me dijo después.

“Pues por ir tarde ibas a llegar bien tempranito a tu cita con la muerte, mi estimado, o mínimo con un buen choque sabatino” -le dije.

Comenzamos a reír, llegó mi esposa, luego le relevó mi cuñado -el amor y apoyo de la familia es siempre necesario y reconfortante, aunque uno se quiera hacer el muy muy sabiondo y poderoso, “Dime de que presumes y te diré de que careces”

Platicamos, desde un principio aceptó su responsabilidad, llamamos a los agentes de seguros, llegaron, levantaron el reporte, tomaron fotos. Me pidieron escribir una nota sobre lo sucedido. Siempre que he llenado reportes en choques, afortunadamente no han sido muchos, me llama la atención de pronto esatr usando una jerga mocha como de robot: “Estando circulando por…esperando que cambiara el semáforo, (¿Cómo se escribe semáforo? –pensé) el otro auto se pasó el rojo (¿o he de decir con esa expresión de paradoja infinita: “Hizo caso omiso?, ¿Cómo puede alguien hacer caso omiso? Algo así de hice caso no hacer, en fin…me impactó, se produjo el impacto, el choque, salí proyectado, entonces me acordé de los cursos de física elemental de la secundaria y la prepa, de los vectores, del juego del billar. Finalmente firme m testimonio.

Llegó su segurador, hizo lo mismo, me dio una forma que medio leí, me subí al carro y partí al centro de valuación, ahí llenar otra forma, el valuador tomo datos y en menos de una hora ya se había arreglado todo. ¡Uf que emoción! Todo sucedió con una rapidez en cierta manera espeluznante, pues me dije, la rapidez y velocidad, esos valores tan de la mano de la producción en serie trasladados al ámbito del humano, hacen vertiginosamente vomitar. Sí, me atendieron rápido, además muy corteses, no me quejo, al contrario lo agradezco, pero dando una sensación de no estar, de ir demasiado a prisa. Y lo más chistoso fue que iba en primera velocidad ni siquiera alcanzaba los 15 k/h cuando el otro auto iba a mínimo 80k/h.

Dicho sea de paso, muchas gracias a ABA seguros, por su servicio y amabilidad en la atención. Sigan así!!

Dos cosas siempre me han llamado la atención de chocar: una, la de conocer a alguien que de otro modo uno no abría conocido, son amistades de choque, de impacto, fugaces e instantáneas, compañeros de tránsito. La otra, el estar parado en un punto de la ciudad donde quizás uno nuca habría pensado situarse, entonces la ciudad, o al menos esa pequeña parte, se vuelve otra, una nueva, inexplorada….

Para despedirse va hacia donde me encuentro, llevando a una de sus hijas en brazos -se ve de meses- me da la mano y dice: “Disculpe las molestias, que tenga muy buen día” Le correspondo el saludo: “ No, al contrario caballero, ha sido para mí un honor que me chocara”

camilormz@gmail.com

http://camiloramirez.jimdo.com

Thursday, December 03, 2009

Vitrina

(Mini-cuento con el cual participé, bajo el seudónimo "Caminante" en un concurso en la casa de la cultura, del año....¡Ya no me acuerdo!, en fin, ahí va...)

Me enterraron vivo. Yacía en un ataúd acolchonado finamente labrado. Asfixiándome entre humedad de tierra, olor a hierba evaporada, quemándome la piel.

Moriría dos veces. La primera, un acontecimiento público de negrura elegante y miradas al suelo. Mi madre convertida en grito estridente, sirena del infiero ululando eternamente. Desgarrando su garganta cual velo del templo. Mi padre, soteniéndose de sus hombros, vencido por el peso de un dolor imparable e infinito: la muerte de un hijo ascendiéndole en gruesos y apretados torrentes. De saber que aùn estaba vivo, habrían tornado sus cuerpos palas de uñas y dientes.

Quebré la vitrina desde la que fui observado por última vez, ensangrentándome las manos y el rostro maquillado, arreglándome para la muerte definitiva. Maldije lo amado. Reí de lo temido, mientras se extinguía el oxígeno. Dejé de respirar como postergando el final imparable. Seguí riendo como ahora mismo lo hago, pero alegre de morir por segunda vez, ya sin testigos, acurrucándome en mi soledad, mientras me cosquilleaba en la intimidad de mis palmas y aliento, la muerte, esa tierna y adorada que me fue regalada -sin haberlo yo pedido- justo al instante de nacer.

"Caminante"